México como potencia cultural, objetivo de Margarita Zavala
. Propone un recurso de 53 mil millones de para la secretaria de cultura.
Ciudad de México.- Margarita Zavala, candidata presidencial independiente, se comprometió a impulsar la cultura para convertirla en la carta de presentación de México ante el mundo, para lo cual se pronunció por dar especial impulso a la generación de industrias creativas a nivel nacional.
“La cultura no puede estar en segundo plano”, sostuvo al presentar a Consuelo Sáizar como su asesora en material de cultura, quien planteó que “el Estado debe seguir teniendo una participación protagónica en el campo cultural, pero debe también auspiciar y facilitar la participación de la sociedad civil y el sector privado, a través de la creación de un andamiaje fiscal y de diferentes modalidades de financiamiento, que fomenten la producción, doten de las condiciones necesarias a la creación cultural y auspicien el mecenazgo”.
Tras reconocer que actualmente existe un financiamiento insuficiente para la creación, especialmente para los artistas populares y para la promoción de los artistas y creadores, así como un marcado déficit de infraestructura cultural, Consuelo Sáizar resaltó la imperiosa necesidad de apostarle al desarrollo de este sector.
En ese sentido, la propuesta de Margarita Zavala contempla destinar a la cultura un presupuesto del 1% del gasto anual del gobierno, con lo cual pasaría de los aproximadamente 13 mil millones que tiene en el 2018, a 53 mil millones de pesos.
Consuelo Sáizar resaltó además que la propuesta de Margarita Zavala contempla también la creación de la Universidad de las Artes, así como “un cheque cultural para que los grandes talentos tengan garantizada su formación”.
De igual forma, se prevé trasladar el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) al ámbito cultural, para que tenga una sinergia en diseño e ingeniería financiera más que un carácter meramente asistencialista, así como mover el Archivo General de la Nación de la Secretaría de Gobernación a la Secretaría de Cultura para que prevalezca el carácter de la memoria por sobre el manejo político.
La propuesta plantea también transitar de los estímulos fiscales a un régimen fiscal especial para la cultura, que auspicie una economía de servicios, impulse unidades productivas, genere empleo, contribuya con una mayor captación de recursos y sea un actor principal en la cohesión social.
Por último, remarcó que es momento que el eje articulador de la identidad nacional se aborde desde “una política cultural de Estado fundada en el derecho al acceso a la cultura, el respeto a los derechos culturales y la óptica de la economía de los talentos, la economía naranja, para estimular la generación de empresas creativas”, aseguró.